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Giorgio Fornasier nace en una familia en la que la mųsica era una parte integrante de la vida cotidiana. Su padre era un apasionado de mųsica operėstica y su madre, dotada de una bella voz de soprano natural, embellecėa y llenaba de alegrėa todos los lugares de la casa. Desde niņo, Giorgio soņaba con cantar y tocar los instrumentos y utilizaba un pequeņo horno elčctrico como piano imaginario.

Se sentėa cautivado por la belleza de las Misas de Lorenzo Perosi que se realizaban en medio de una gran solemnidad en la vecina iglesia de San Esteban en Belluno. Inventāndose como excusa la ejecuciōn de algunas maniobras en el fuelle del ōrgano, seguėa, desde la tribuna de los cantores, las exhibiciones de čstos mismos, embelesado. Especialmente los solos del tenor solista Francesco De Luca, que representaba un sueņo para alcanzar algųn dėa.

A la edad de 6 aņos, su padre lo lleva por primera vez a la ōpera a presenciar “Don Pasquale”, de Donizzetti, en el Teatro Comunal de Belluno. Para Giorgio Fornasier fuč una iluminaciōn y durante muchos aņos sueņa con ser un tenor lėrico. Se compra los libretos de las ōperas mās famosas y se aprende de memoria los textos, interpretando de manera personal las romanzas mās conocidas.

A la edad de 9 aņos su hermano mayor, Pierangelo, le regala una mandolina, su primer instrumento musical, y empieza a tocar, sobre todo en las cālidas noches de verano por las calles Rivizzola y Borgo Pra de Belluno, con su maestro el pintor y mųsico Giorgio De Min. Participa a las ųltimas serenatas que se realizan en aquellos aņos y aprecia el placer de exhibirse en vivo, hacičndo algo muy importante para la colectividad. En aquellos aņos, el pārroco de San Esteban, Don Antonio De Cassan, se convence de que el niņo estā dotado de un gran talento y le concede el libre acceso a la sala parroquial en donde se encuentra un armonio de pedales para los ensayos del coro. En poco tiempo Giorgio aprende a tocar de oėdo y despučs a tocar siguiendo las partituras, gracias a un mčtodo para armonio que le regala su amigo organista Giovanni Dal Pont.

Bajo la guėa del nuevo pārroco Don Rinaldo De Menech, Giorgio se convierte en el segundo organista de la parroquial, con el deber de acompaņar las celebraciones menores como los “Floretes” de mayo y las “Vėsperas”, sin perder de vista a los organistas titulares, en modo particular al Maestro Lamberto Pietropoli, del cual se vuelve un gran amigo y le da las primeras nociones de la armonėa.

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A la edad de 13 aņos con el cambio de voz y el inicio de la adolescencia, se orienta hacia el estudio de la guitarra rėtmica, manteničndo el piano y el ōrgano como instrumentos bāsicos de referencia. El conocido guitarrista bellunčs Giorgio Ghe le da las informaciones y las indicaciones de las cuales necesita para iniciar a hacer de čste instrumento casi como un vestido, una segunda piel, y asė serā por el resto de su vida. La guitarra se convierte en su compaņera inseparable en los momentos de alegrėa y libres de preocupaciones, como en los momentos mās difėciles y trāgicos de su vida..

En el 1961 Giorgio hace parte del grupo de fundadores del Coro de la Montaņa del Centro Turėstico Juvenil (CTG) de Belluno, dirigido por Don Sergio Manfroi. Esta se convierte en una importante escuela de vocalizaciōn bajo la supervisiōn severa y jovial de Don Sergio, que continuarā cuando el Coro CTG se convertirā en Coro Polifōnico especializado en mųsica sagrada. (Giorgio es el segundo de pič, de izquierda a derecha).

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El canto gregoriano y las piezas de Palestrina constituyen la preciosa escuela para la respiraciōn durante el canto, la entonaciōn y el control de la emisiōn de los sonidos. Despučs del cambio de voz debido a la adolescencia, Giorgio primero canta como barėtono y despučs como bajo, sin desperdiciar la oportunidad de participar en uno o en otro, en caso de emergencia, siendo en grado de poder leer las partituras a simple vista. Giorgio cantarā por mās de 23 aņos en čste rol, olvidāndo el sueņo realizado durante la infancia, de convertirse un dėa en tenor lėrico.

Con la adolescencia y el fermento de los aņos 60, contrae la fiebre del rock y las ganas de exhibirse en un conjunto musical. Despučs de los primeros debuts en pequeņos grupos de amigos, Giorgio entra a formar parte, en el 1964, del grupo rock “Las Sombras” (Le Ombre) que ya contaba con una cierta notoriedad. Sustituye a su amigo Riccardo Savaris en la guitarra bajo, quien abandona el grupo por obligaciōn debido a sus quehaceres de estudiante. Este grupo musical bellunčs “Las Sombras” habėa surgido, como su nombre lo indica, por la traducciōn literal del cčlebre grupo de guitarristas “The Shadows”, del cual ejecutaban principalmente todo el repertorio y repetėan la formaciōn, con la guitarra solista (Sergio Nadalet), guitarra rėtmica (Franco Comin), guitarra bajo (Giorgio Fornasier) y a la baterėa (Giuseppe Graziani el “Bepo”).

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La actividad se intensificō durante los aņos 1967 y 1968, con “Las Sombras” como conjunto rock de soporte mās importante del momento, apoyāndo a los famosos de aquel entonces como The Rokes y Equipe 84. En el 1968, el aņo de los exāmenes de grado de bachiller de Giorgio, surgen algunas incomprensiones y discrepancias y decide abandonar el grupo y todo lo que se refiere a la actividad musical relacionada con el rock.

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Le ombre durante el invierno en un night club de Cortina de Ampezzo

 

 

 

 

 

 

 

En todos čstos aņos Giorgio no olvida las pasiones de su infancia, por lo tanto sigue tocando el ōrgano y dirige el Coro Parroquial de San Esteban en Belluno, aųn despučs del trāgico accidente de aquel octubre del 1969. Se traslada muy cerca de la parroquia de San Juan Bosco, donde continuarā a tocar el ōrgano a pesar de la discapacidad, y a dirigir el Coro Parroquial, fundando una escuela de guitarra que tendrā un buen čxito.